La Administración del Cambio la dividimos básicamente en tres componentes, tales como: tácticos, estratégicos y culturales.
¿Qué son los componentes tácticos?
Con frecuencia la implantación de iniciativas de gran envergadura, como Lean Seis Sigma, fracasa en empresas u organizaciones debido a que los esfuerzos se enfocan primordialmente en los componentes tácticos de la transformación. Es decir, se capacita a un equipo encargado de la transformación en los aspectos técnicos de la misma, se ejecutan acciones y tal vez se logran transformaciones positivas. Sin embargo, con frecuencia estas transformaciones al transcurrir del tiempo se revierten regresando a su estado anterior. Las transformaciones que permanecen cuesta un gran esfuerzo mantenerlas, los logros que alcanzan son limitados y no sobrepasan un cierto nivel.
La situación anterior pudiera parecer una excepción, sin embargo, es más bien una regla. Esto se debe a que en la empresa u organización no se han alineado todos los componentes de la misma para el logro esperado y a que están ausentes los componentes estratégicos y culturales de toda transformación.
¿Qué son los componentes estratégicos?
Para llevar a cabo la transformación Lean Seis Sigma de una organización o empresa se requiere además de los componentes tácticos, los de tipo estratégico y cultural. Los componentes estratégicos son provistos por la alta gerencia y definen la visión y concepción de empresa que se quiere alcanzar, las nuevas métricas, los nuevos valores y comportamientos que ahora van a prevalecer. Además, la alta gerencia deberá proveer el liderazgo, la infraestructura y los recursos requeridos para alcanzar la transformación buscada.
En iniciativas de gran alcance, como Lean Seis Sigma, se requiere del apoyo de todos los miembros de la empresa para alcanzar el éxito en esta transformación. Adicionalmente a los dos componentes anteriores, se requiere de un cambio cultural planeado en la subcultura de la empresa u organización.
¿Qué significa el componente cultural?
El componente de cambio cultural deberá alcanzar a todos los miembros de la organización: desde la alta dirección, hasta el puesto más modesto en la jerarquía organizacional, aunque obviamente con diferentes grados de intensidad. Sobre este cambio cultural se fundamenta la adhesión de las voluntades de todos los miembros de la organización para promover la transformación y la permanencia de la misma. Implica el reconocimiento de la necesidad del cambio y un nuevo conjunto de valores y comportamientos que, bajo la nueva situación transformada, serán reconocidos y recompensados.
Sólo con la alineación y el adecuado balance de los tres componentes: el estratégico, el táctico y el cultural podemos estar seguros de una transformación exitosa y duradera. En nuestra consultoría ponemos especial atención y esfuerzo en el balance y alineación de estos componentes.
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